Un día dos ranas se fueron a pasear con los bastones. A la rana pequeña se le fue el bastón rodando y cuando lo encontraron se pusieron tan alegres que hasta se encontraron un gran charco de agua. Como les gusta mucho saltar en el agua se pusieron a saltar y casi pisan a sus amigas mariquitas. Dijo la rana grande: "Lo siento mariquitas". Y dijo una mariquita: "Casi me pisas aunque no pasa nada, que no vuelva a pasar ¿vale? Y le dijo la rana grande: "Vale mariquitas, adiós".
Leticia
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