
Era un matón que mataba gente. Después vino un héroe. Estaba buscando al ladrón cuando lo vio. La rana le dio un puñetazo en la boca al matón y un diente del ladrón salió por los aires. El ladrón dijo: "Me rindo". Pero el ladrón había dicho una mentira. Se fue tan lejos del héroe, como a París, para seguir matando y robando. La ciudad en la que vivía el héroe se llamaba Motril. El matón se fue al banco a robar y, como siempre, hizo lo mismo.
Rafa
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