Tuvo la jirafa
un dolor de muelas
y vino a curarla,
con una escalera,
el viejo dentista
que hay en la pradera.
Peldaño a peldaño,
fue hasta la cabeza.
–Abra usted la boca
todo lo que pueda.
Y con mucho arte
y un licor de hierbas,
curó a la jirafa
su dolor de muelas.
Carlos Reviejo
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