Érase una vez una niña que quería un helado. Sus padres no le dejaban comer helados porque era invierno. Un día fueron a la heladería y estaba cerrada. Lucía sentía pena porque se quería comer el helado. Llegaron a su casa y le dijo la madre: "¿Lucía, te has comprado el helado?" "No mamá. No he podido porque estaba cerrado". Al día siguiente fueron a la heladería todos juntos y se lo pasaron de maravilla. Se pidieron uno de chocolate y la madre se pidió un helado de fresa.
Alicia Moreno
No hay comentarios:
Publicar un comentario